Wiebke Haas adora los caballos desde que era una niña. En suinfancia soñaba con volar sobre un caballo sobre el campo y dice que no puede imaginar ni un solo día sin la presencia de estos animales. Después de terminar el instituto tenía que decidir qué quería hacer con su vida. Tenía una cosa clara: ella quería hacer hacer algo que la llenara plenamente, no solo quería tener un trabajo que le ayudase a ganarse la vida.
Con esta idea en la cabeza, decidió combinar su deseo de ser creativa con su pasión y eso le llevó a convertirse en una fotógrafa equina. Estudió fotografía durante tres años antes de establecerse como freelance, con el riesgo que eso conlleva. Su intención es, dice, obligar al espectador a mirar una y otra vez a las imágenes. Lo consigue a través de fotos majestuosas de caballos realizadas en estudio.
Asegura que a veces necesita dos o tres días para ejecutar la imagen que tienen en mente. Después llega el momento de "pedirle" al caballo lo que quiere y eso no es sencillo, sino que hay que encontrar la manera de comunicarse con el animal para decirle lo que quieres que haga por ti. En este sentido, recalca que cada caballo tiene su carácter y actitud, por lo que hay que tener tacto. Le auguramos un futuro muy prometedor porque Wiebke tiene tan solo 24 años ¿a qué parece imposible? Yo también pensaba que era una fotógrafa con dilatada experiencia.
